¿CÓMO INFLUYE LA CALIDAD DE LOS VÍNCULOS FAMILIARES EN EL APRENDIZAJE ESCOLAR EN EL CONTEXTO DE LA PANDEMIA DE COVID-19?

Lic. Romina A. Schneider

Profesionista independiente

Lic. en Psicopedagogía. Diplomada en intervenciones en el ámbito familiar. Diplomada en educación emocional con las familias. Profesora en nivel medio. Intérprete de L.S.A.  Atención en clínica psicopedagógica.

rominaaschneider@gmail.com

Cita recomendada:

Schneider, R. A. (2022). ¿Cómo influye la calidad de los vínculos familiares en el aprendizaje escolar en el contexto de la pandemia de COVID-19? Revista de Divulgación Crisis y Retos en la Familia y Pareja, 4(2), 9-13. https://doi.org/10.22402/j.rdcrfp.unam.4.2.2022.438.9-13   

Resumen

Los seres humanos necesitan tener la vivencia de seguridad para moverse por el mundo, la cual se basa en el establecimiento de relaciones de confianza y cuidado, que se establecen durante los primeros años con las personas cercanas y significativas. En un mundo donde la pandemia, el exceso y la fugacidad modifican los modos de vincularse, es necesario pensar  en cómo las formas de relacionarse y el afecto familiar influyen en la capacidad de construir aprendizajes en los niños. Cuando los aspectos vinculares no están bien resueltos, la presión psicológica de los fenómenos emocionales sobre la persona pueden llegar a perturbar la tarea de aprender.

Palabras claves: vínculos familiares, aprendizajes y pandemia por COVID-19.

Familia

Desde el enfoque sistémico, la familia se considera un sistema abierto que tiene múltiples intercambios con otros sistemas. No es una institución espontánea, ha estado desde sus orígenes ligada al desarrollo de las sociedades y modos culturales de cada organización social. Cualquier cosa que sucede en la familia tiene que ver con el contexto en el que está situada y con las instituciones con las cuales está vinculada.

Es en la familia donde tienen lugar los primeros aprendizajes, donde se tejen los lazos afectivos primarios, también los modos de expresar el afecto, la vivencia del tiempo y del espacio, las distancias corporales, el lenguaje y la historia familiar de las generaciones que precedieron. Por lo tanto, es por excelencia, el campo de relaciones afectivas más profundas y constituye uno de los pilares de la identidad de la persona (Bassedas,1995).

De esta manera, se sostiene que la familia es el sistema social principal, cuyas funciones constituyen el núcleo fundante -aunque no exclusivamente determinante- de la estructuración armónica de una persona (Baeza, 2008).

Aprendizaje

Aprender es un complejo proceso de transformación e incorporación de novedades, por el que cada sujeto se apropia de objetos y conocimientos que lo retraen o enriquecen psíquicamente de acuerdo con el sentido que los mismos le convocan (Schlemenson, 1996). La dimensión social del aprendizaje ha sido con frecuencia poco estimada en muchas investigaciones. La mayoría de las mismas hicieron un esfuerzo explícito por estudiar el desarrollo humano y el aprendizaje aislando al individuo del contexto y de las interacciones con otros. Hoy existe un importante acervo de conocimientos y experiencias que muestran que lo individual y lo social son aspectos integrados en una sinergia: un polo potencia al otro (Gadner, 1988). Por lo tanto, el aprendizaje individual indisolublemente requiere de la participación social de otros, del ambiente y de los productos culturales mediadores. Lo individual y lo social se entretejen fortaleciendo ambos aspectos del proceso de aprendizaje. Desde la teoría sistémica, se postula que el aprendizaje es una realidad compleja y multicausal en la que intervienen varios procesos. Desde esta óptica, la familia tiene una importante influencia en el buen desempeño y logros de cada uno de sus integrantes, es decir, que el aprendizaje está en estrecha relación con sus cualidades emocionales (Baeza, 2008).

 Relación entre el vínculo familiar y el aprendizaje escolar

Ana Quiroga (1997)  afirma que se aprende a aprender con otro, de otro, a través de otro, para otro y también contra otro.  La familia realiza una función básica e indispensable para el desarrollo y crecimiento del niño y se convierte en su primer agente educativo y socializador. A lo largo del tiempo, su organización se ha ido modificando en función de los cambios que se han ido generando en la sociedad, a pesar de ello, la familia es el primer espacio de confianza para el niño y el primer contacto social. La función socializadora, de la cual es responsable la familia (en primer lugar) y la escuela (en segundo lugar), es una función entendida como el desarrollo de cada individuo de aquellas habilidades y actitudes que constituyen los requisitos esenciales para su futuro desenvolvimiento en la vida. De modo que, un aspecto relevante es la participación de los padres en el aprendizaje escolar de sus hijos ya que tiene efectos y repercusiones, entre ellos se destacan una mayor autoestima de los niños, un mejor rendimiento escolar, mejores relaciones padres-hijos y actitudes más positivas de los padres hacia la escuela y el aprendizaje en general. Cuando se infiere la existencia de significaciones sintomáticas ubicadas en los vínculos en relación al aprender, se debe tomar en cuenta simultáneamente tres niveles: individual, vincular y dinámico.  Involucrar y trabajar con la familia es fundamental, es en ella donde se fraguan los primeros proyectos de vida, se mama el conocimiento que atañe a las cuestiones fundamentales de la vida humana, se entrelazan estrechamente lo cognitivo, lo social y lo emocional. Es el eje de la salud personal y el antecedente crucial para la adecuada inserción social (Baeza, 2008).

Pandemia y escuela

La pandemia ha obligado a hacer cambios  vertiginosos que han afectado la vida de las comunidades en general y de la comunidad educativa en particular, ha generado  un quebrantamiento de hábitos y una sobreconectividad en algunas viviendas que no estaban preparadas para ello. La no presencialidad en la escuela trajo aparejado incertidumbre, temores  y angustia. Niños que venían tejiendo y construyendo relaciones en el ámbito escolar, se vieron obligados a modificar sus rutinas. Fue fundamental el trabajo desde la virtualidad para sostener el vínculo con la escuela, ya que es un espacio de socialización, de encuentro, de esperanza, de convivencia y de inclusión democrática,  un espacio que cobija (Kaplan, 2017).  Pero, la pandemia y la crisis pusieron en evidencia como las desigualdades  sociales, económicas, culturales y de acceso y uso de las tecnologías impactan en la educación.  La modalidad virtual  fue un gran desafío para todos, y, en el caso de nivel primario fue imprescindible el  acompañamiento familiar.  Por diversas circunstancias algunos niños no tuvieron adultos disponibles para ayudarlos a procesar las diversas situaciones producto de la pandemia porque también ellos  estaban  angustiados, agotados, desbordados y asustados. A veces, se priorizó la exigencia de tareas escolares, olvidando que la escuela es mucho más que la transmisión de contenidos, olvidando la importancia del juego para el crecimiento sano,  para expresar emociones, para elaborar situaciones traumáticas y negativas, para la autorregulación emocional y desarrollar autoconfianza,  para afianzar vínculos, para divertirse y disminuir el aburrimiento, para aumentar la concentración y el aprendizaje, para desarrollar el máximo de sus potencialidades y capacidades (Losada, 2020).

Conclusión

El aprender transcurre en el seno de un vínculo humano. En este sentido, la familia, tiene un lugar privilegiado en la constitución psíquica del sujeto y por lo tanto, en la capacidad de los aprendizajes del mismo.

En contexto de pandemia por COVID-19, algunos adultos  no están en condiciones de sostener, calmar y acompañar a los niños, por tal motivo, algunos pequeños no pueden expresar claramente sus sentimientos, y, han aparecido muchas dificultades como conciliar el sueño, pesadillas reiteradas, cambios de alimentación, ansiedad, regresiones a conductas ya superadas, entre otras, que influyen y repercuten en el aprendizaje escolar.  Es importante que las emociones vividas encuentren un lugar y un tiempo para ser puestas en palabras y que así no obturen el aprender (González, 2020). Los niños necesitan adultos resilientes que intenten disminuir la ansiedad para descender la de ellos y la mejor herramienta frente a ello es el juego. Jugar es una inversión a corto, mediano y largo plazo. Así mismo, es crucial potenciar la plasticidad familiar para adaptarse a lasnecesidades del otro, para que la  familia pueda alcanzar la salud en la medida en que sea capaz de enfrentar de manera eficiente y adecuada los acontecimientos de la vida.

Un ambiente familiar favorable, donde circule el afecto, el respeto y la palabra da lugar a la autonomía intelectual, ponen al niño en situación de abordar fácilmente los primeros aprendizajes escolares. En este sentido, los vínculos familiares podrían facilitar o perturbar el aprender, por ello,  es necesario que las necesidades básicas psíquicas estén satisfechas para facilitar la tarea de aprender del niño y para acompañar a la persona en desarrollo, crecimiento y transformación.

Referencias

Baeza, S. (2008). Las nuevas configuraciones familiares y su impacto en la subjetividad de niños y adolescentes. Signos Universitarios, 28(44), 69-88. https://p3.usal.edu.ar/index.php/signos/article/view/2150/2696

Bassedas, E. (1995). Intervención educativa y diagnóstico psicopedagógico. Buenos Aires: Paidós.

Barreiro, T. (2005). Trabajos en Grupo. Hacia una coordinación facilitadora del grupo sano. Novedades Educativas.

Fernández, A. (1997). La inteligencia atrapada. Abordaje psicopedagógico clínico del niño y su familia. Nueva Visión.

Gardner, H. (1988). Estructuras de la mente. La teoría de Las Inteligencias Múltiples. Basic Books.

González, L. (23 de mayo de 2020). Se están dando otros procesos de aprendizaje. Nueva Rioja. https://www.nuevarioja.com.ar/11515-liliana-gonzalez-se-estan-dando-otros-procesos-de-aprendizaje

Kaplan, C. (2017). La vida en las escuelas. Esperanza y desencantos de la convivencia escolar. Homo Sapiens.

Losada, V. (2020). Cuando jugar es cosa seria. Actualidad Psicológica: Pandemia, angustia y contención, XLV (494), 19-20. https://www.kennedy.edu.ar/wp-content/uploads/2020/04/ACTUALIDAD-PSICOLOGICA-ABRIL-2020-AP-494.pdf

Quiroga, A. (1997). Matrices de aprendizajes. Constitución del sujeto en el proceso de conocimiento. Cinco. Schlemenson, S. (1996). El aprendizaje: un encuentro de sentidos. Kapelu.

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