Se ha postulado el afecto positivo y el afecto negativo como dimensiones que subyacen a los problemas internalizados. Sin embargo, se carece de una medida válida de estas dimensiones para niños y adolescentes mexicanos, lo cual limita la investigación. Para subsanar este vacío, se sometió a prueba el modelo bifactorial de la Escala de Afecto Positivo y Afecto Negativo para Niños, con las respuestas de 619 estudiantes (8-18 años; 254 mujeres) en la Ciudad de México. Mediante análisis factorial confirmatorio se encontró un ajuste aceptable tanto para niños como para adolescentes. Así, se replicó el modelo bifactorial hallado en otras poblaciones, lo cual apoya estos constructos como dimensiones subyacentes a los síntomas internalizados a lo largo del ciclo vital.