Existe abundante evidencia científica acerca de los beneficios y efectos positivos que posee el tener contacto con ambientes naturales en el bienestar psicológico de las personas, reduciendo de la fatiga mental y del estrés percibido (Kaplan & Kaplan, 1989; Ulrich, et. al., 1991). Asimismo, se ha analizado el papel que desempeña la música y sus efectos en las personas, demostrando que escuchar piezas musicales con determinadas características, aporta beneficios psicológicos percibidos en las personas ligado a la evocación de emociones positivas (Västfjäll, Juslin & Hartig, 2012; Juslin & Sloboda, 2013). Es prudente y razonable pensar en alternativas accesibles que permitan contrarrestar los efectos adversos de estar inmerso en la dinámica exigente del estilo de vida urbana actual que puede derivar en enfermedades y malestares en la salud de las personas, creando y adaptando espacios que contengan elementos favorecedores del bienestar mental percibido en los individuos.