Última modificación: 2017-10-04
Resumen
Desde hace tiempo se han señalado la importancia de los vínculos entre las personas y los lugares, y cómo estos afectan o benefician la relación con el entorno, como por ejemplo la percepción de inseguridad que de él se deriva.
Se ha demostrado que la apropiación de un espacio puede ayudar a que las personas creen lazos más estables, que a nivel personal dan continuidad al self y a nivel grupal pueden dar estabilidad y cohesión al grupo (Pol, 1996).
Uno de las vías que se han identificado por medio de la cual la gente se apropia del entorno es la acción sobre él, lo que implica la participación de la/las personas, orientada hacia una transformación y mejora del lugar, en donde se deje la impronta (Vidal y Pol, 2005).
Al mejorar la infraestructura (por ejemplo, de un vecindario), se mejora la imagen del lugar, impactando también en las condiciones de seguridad, las relaciones y el estado anímico de la comunidad (Dunowicz y Boselli, 2011).
Por lo tanto, se vuelve necesario crear instrumentos de medición e intervención que faciliten que las personas se apropien de sus espacios y se mejore con ellos sus condiciones de vida.