La dislexia y la discalculia, son definidos como trastornos del neurodesarrollo relacionados en primer término como una dificultad en la adquisición de competencias en la lectura y por otro lado se puede hablar de dificultades en el dominio numérico y el cálculo matemático. En relación con la comorbilidad en ambos trastornos, se pueden mencionar dos posibles explicaciones: en primer término aquella teoría del déficit común para ambos trastornos, en la cual se cree que el déficit del manejo fonológico (o mecanismos de tipo lingüístico) es la que pudiera explicar la aparición de ambas alteraciones. Por otra parte, existen evidencias de que indican que el trastorno de la lectura y del cálculo presentan cada uno un déficit cognitivo diferente, por un lado el fonológico y por el otro el de la representación y manejo de números las bases tanto cerebrales como cognitivas de las mismas. Se compararon dos grupos de niños mexicanos en edades comprendidas entre los 8 a 10 años, el primer grupo con trastorno específico en el aprendizaje (TEA; n=19), tanto en la precisión de la lectura como en el cálculo, y el otro con buen desempeño académico (BDA;n=15), por medio de Escala Wechsler de Inteligencia para Niños (WISC-IV) y la batería de Evaluación Neuropsicológica Infantil (ENI-2). Además, se analizó la actividad cerebral de ambos grupos por medio de tres paradigmas de Resonancia Magnética Funcional (RMF). Fue posible observar que el grupo TEA obtuvo puntajes más bajos que el grupo BDA tanto en habilidades académicas como en otras variables cognitivas, siendo el Índice de Memoria de Trabajo y las Habilidades Metalingüísticas las que mejor diferenciaron a los subgrupos