En México, la agresividad se expresa constantemente de manera desadaptativa, por ejemplo, seis de cada diez personas viven con percepción de inseguridad, asociado al aumento de delitos, homicidios y suicidios en los últimos años. Por lo tanto, el objetivo de esta investigación fue desarrollar un modelo predictivo de la agresividad a partir de la autoestima, el locus de control y los rasgos de personalidad en adultos. La muestra fue compuesta por 608 adultos mexicanos que respondieron: la escala de autoestima de Rosenberg (González & Ramos, 2000); el inventario de los cinco grandes en español (Benet-Martínez & John, 1998); la escala de locus de control y la escala de agresividad, elaboradas en esta investigación. Se efectuó un análisis de regresión múltiple para examinar si las variables de autoestima, personalidad y locus de control impactan en los cinco factores de agresividad. Los principales predictores de los factores de agresividad fueron el neuroticismo, la afabilidad, la extroversión y la apertura hacia la experiencia, en el caso de la personalidad. El descontrol, el fatalismo, la ineficacia y el pensamiento mágico en el caso del locus de control, y el factor autoestima baja. Esta investigación muestra que la valoración negativa de sí mismo, la nula o baja percepción de control sobre el entorno y las características de personalidad asociadas a la inestabilidad emocional y tendencia al estrés facilitan el desarrollo de esquemas de pensamiento y conductas agresivas.