En el campo de las adicciones, las intervenciones cognitivo-conductuales basadas en evidencia explican la conducta de consumo a partir del condicionamiento clásico y del condicionamiento operante. Estos mismos principios son implementados por profesionales de la salud que trabajan directamente con los usuarios en escenarios naturales.  La relación entre la habilidad del profesional de la salud para implementar las intervenciones breves y el logro de la abstinencia del usuario a través del tratamiento es en gran parte desconocida y difícil de evidenciar. El objetivo del presente estudio fue evaluar el nivel de implementación de los principios básicos del aprendizaje de profesionales de la salud en interacción con usuarios reales. Participaron 10 profesionales de la salud y 10 usuarios reales. Se evaluó la conducta del profesional y del usuario a través de videograbaciones empleando un sistema de observación directa constituido de listas cotejables y un registro secuencial. Se solicitaron videograbaciones de cada una de las sesiones de intervención, previo consentimiento informado del profesional y del usuario y un asesor experto brindó retroalimentación al profesional sobre su ejecución de manera semanal. Los resultados de observación directa muestran un incremento en las habilidades de los profesionales de la salud conforme avanza la intervención y reciben retroalimentación, así como patrones específicos de interacción relacionados con la motivación y el cambio en la conducta de consumo del usuario. Se encontraron diferencias en los niveles de implementación del análisis funcional de la conducta de consumo y la planeación de conducta alternativa, siendo éste último el elemento más difícil de implementar. Los resultados implican la conducta del profesional de la salud tiene un impacto diferencial en la abstinencia del usuario, al relacionarse con la correcta implementación de principios básicos en la práctica clínica en escenario real.