En México se reportan alrededor de 21,000 adolescentes institucionalizados (aprox.), quienes egresarán al cumplir los 18 años (Unicef, 2013). En este sentido, conocer las miradas particulares permite saber qué tanto ha permeado el discurso social e institucional en la construcción de si mismos y les permite armar un futuro. Analizar el impacto de la vida institucional en el proyecto identificatorio de adolescentes internas en una casa hogar con la finalidad de entender desde una mirada psicoanalítica el recorrido histórico de internamiento que determina la visión que tienen de su vida fuera de la institución. Se sustenta en un marco analítico interpretativo. Se utilizó el estudio de caso instrumental ya que el objetivo apunó tanto a la singularidad del caso por caso, pero también a que el conjunto de los casos permitiese hacer generalizaciones en este tipo de población. (Stake, 1999). El escenario fue una casa hogar en Ciudad de México, se entrevistó a seis internas y se realizó trabajo de tipo etnográfico. Para el análisis de los datos se realizó categorización. La casa hogar aporta alojamiento, vestido, alimento y educación (INEA) y una formación de valores sustentada en la religión católica que les ha posibilitado a sus internas un sentido de permanencia y pertenencia. Las adolescentes se muestran disciplinadas, hay obediencia y sumisión. Por otro lado, la institución no logra resarcir los estragos derivados por la historia de abuso, rechazo, abandono, negligencia y delicuencia con la que ingresan. De este modo, su visión a futuro se muestra muy precaria La investigación concuerda con la mayoría de los estudios e informes. Urge que las instancias gubernamentales correspondientes se involucren y atiendan debidamente a la adolescencia institucionalizada. Hacen falta programas de capacitación y profesional calificado. Es necesario trabajar con las familias de las internas con la intención de que se responsabilicen.