Es poco probable que las primeras relaciones amorosas, dadas en la adolescencia, deriven en un proyecto de vida en pareja; por ello, el rompimiento de la relación es algo esperado, se genera por causas puntuales y puede presentar graves consecuencias negativas (Perinat & Corral, 2003). Sin embargo, son pocos los estudios sobre este tema, debido a diversos mitos socioculturales (Collins, 2003); por ende, existen huecos en la literatura sobre este fenómeno. El objetivo fue identificar el significado psicológico del rompimiento del noviazgo que tienen hombres y mujeres adolescentes (tempranos y medios). Participaron voluntariamente 170 adolescentes, con una edad entre 12 y 18 años (M=16.02, D.E.=1.93); 69 hombres y 101 mujeres; seleccionados a partir de un muestreo no probabilístico. A partir de la técnica de Redes Semánticas Naturales Modificadas (Reyes, 1993), se aplicaron cuatro estímulos: tres sobre los elementos del rompimiento del noviazgo (El rompimiento del noviazgo es…; Se rompe un noviazgo por…; Cuando se rompe un noviazgo…) y un distractor (La pareja es…). Después del análisis planteado por Reyes (1993), se encontró que los adolescentes mencionaron que el rompimiento es triste, doloroso, tristeza, dolor y feo, entre otras. En cuanto a los motivos, las definidoras con mayor peso semántico fueron desconfianza, celos, engaño, infidelidad, peleas, y desamor, entre otras. Finalmente, las principales consecuencias percibidas por los participantes son tristeza, dolor, llanto, depresión y enojo, además de otras. Los hallazgos corroboran lo mencionado en la literatura. El rompimiento se percibe como algo negativo (Perinta & Corral, 2003); es generado por factores puntuales, principalmente de la relación (Le et al., 2010); y las consecuencias versan sobre emociones y pensamientos negativos que desembocan en problemas de salud mental (Boelen & Reijnties, 2008). Para concluir, los resultados permitirán continuar con la línea de investigación, además de la construcción de instrumentos en esta área para adolescentes.