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Una de las vulnerabilidades para depresión es la rumia depresiva, un estilo de respuesta al ánimo melancólico. En la teoría de estilos de respuesta se propone que la mayor proclividad de las mujeres a deprimirse se debe a que rumian más que los varones. Con adultos se ha corroborado que la rumia media la relación entre el sexo y la depresión, pero en muy escasos estudios se ha sometido a prueba tal mediación con adolescentes. Por otra parte, la investigación ha sugerido que es a partir de la adolescencia media que se observa el efecto indirecto del sexo sobre la depresión vía la rumia depresiva. En un estudio se encontró que la interacción del sexo y la edad no influía los síntomas de depresión, sin embargo, los participantes tenían en promedio tan sólo 13 años de edad. Además, al parecer sólo en ese estudio se ha considerado el posible papel condicional de la edad, de modo que sus resultados no son concluyentes. Se necesitan estudios en que se someta a prueba este modelo de mediación moderada. Otra pregunta abierta es si la rumia interactúa con el estrés o malestar para predecir depresión y si esta interacción es más potente para un sexo que para el otro. El propósito del estudio será someter a prueba el modelo que postula un efecto indirecto del sexo sobre la depresión vía la rumia depresiva dados la edad y el malestar. Se espera que se cumplan los tres efectos: la mediación vía la rumia, la moderación en función de la edad y la moderación en función del malestar. Se buscará que un mínimo de 920 estudiantes de 9 a 18 años de edad cumplimenten autoinformes de depresión, rumia depresiva y afecto negativo. Se ejecutará un análisis de senderos para someter a prueba el modelo propuesto.

depresión; diferencias sexuales; rumia depresiva; desarrollo; afecto negativo; malestar