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Leer es una actividad trascendental que posibilita la interacción con la cultura y dominio de la información (González, 2002).  Para los estudiantes con potencial sobresaliente representa como una competencia fundamental, ya que es una de las vías para obtener mayor conocimiento e implica la comprensión y análisis de textos cada vez más complejos (De Lira & López, 2016). Objetivo Analizar el proceso lector de ocho estudiantes con potencial sobresaliente e identificar las prácticas y estímulos a la lectura en sus hogares. Metodología La investigación fue descriptiva, con una muestra de ocho estudiantes identificados con potencial sobresaliente, de cuarto grado de primaria, 5 mujeres y 3 hombres, con edad promedio de 9 años.  Los instrumentos utilizados fueron la Batería de Evaluación de los Procesos Lectores, Revisada (PROLEC-R) y la Encuesta sobre Ambiente Familiar (EAF). Resultados Los ocho niños presentaron al menos una dificultad en su proceso lector. Las áreas a mejorar con mayor prevalencia fueron Procesos Semánticos y Sintácticos. En sus fortalezas destacaron Procesos Léxicos e Identificación de letras.La mitad de los hogares tenía un acervo de al menos 30 libros, no obstante, siete familias indicaron que leer no es uno de sus pasatiempos favoritos. Aunque el 50% señaló que sólo leen cuando es necesario, todas indicaron que leerían más si tuvieran más tiempo y que les gustaría que sus niños se aficionaran por la lectura.  Se identificó que los estudiantes provienen de hogares en los que si bien, cuentan con acceso a material de lectura, aun es necesario promover el hábito de leer como forma de aprendizaje y desarrollo personal. A la vez, se propone reforzar los procesos lectores, con el objetivo de que no solo decodifiquen un texto, si no que logren construir su significado.

Lectura; niños; potencial-sobresaliente; familia; educación-especial