En el estudio de la conducta instrumental se han distinguido dos tipos de conducta : los hábitos, que son respuestas automáticas detonadas por estímulos ambientales y las conductas dirigidas a metas, que son respuestas voluntarias controladas por el valor de la consecuencia El procedimiento que se usa para distinguir entre estas conductas se conoce como devaluación, la cual consiste en degradar el valor del reforzador mediante métodos como el condicionamiento de aversión al sabor o la saciedad. La saciedad se utiliza ampliamente en el laboratorio y aunque su efecto está bien documentado en la literatura, se han encontrado variaciones en su efectividad con respecto al contexto donde se lleva a cabo. El efecto del cambio de contexto en la conducta instrumental se encuentra ampliamente documentado en la literatura, por lo que podría ser una causa de las diferencias que se observan en los experimentos que usan la devaluación.