La paternidad se construye día a día a través de las prácticas cotidianas que los hombres realizan, no obstante, algunas normas implícitas giran en torno a la responsabilidad familiar y a la proveeduría, pero algo de lo que no se habla es del cuidado a los hijos/as por parte de los padres; esto forma parte de los procesos de aprendizaje y socialización como hombres y padres en los ámbitos familiares, escolares, laborales. El problema se complejiza en situaciones de separación conyugal, donde las prácticas de cuidado, las visitas con los hijos, el aporte económico, las obligaciones y derechos respecto a los hijos/as se tienen que negociar con la pareja.

El objetivo del presente trabajo es documentar la presencia y las emociones a través de las prácticas de cuidado de un padre en condición de separación conyugal.

Para este estudio se obtuvo la información a través de una investigación cualitativa donde se empleó como técnica de recolección de datos la entrevista semiestructurada, indagando las prácticas de cuidado y crianza que lleva a cabo con sus tres hijos.

Se encontró que las emociones que están presentes en el ejercicio de la paternidad, pueden ser contradictorias y diferentes con cada uno de sus hijos y permean las prácticas de cuidado.

Los datos muestran que, para este padre, una preocupación constante es la proveeduría la cual cubre permanentemente, pero, sobre todo, busca la manera de estar presente con sus hijos a través de proveer los cuidados que él considera necesarios como alimentación, entretenimiento, la compañía, educación e impartición de valores. Por lo que, la condición de separación conyugal no tuvo una repercusión en el vínculo afectivo entre él y sus hijos ya que de manera cotidiana se hace presente en su vida.