La ataxia se caracteriza por  la incapacidad para coordinar movimientos voluntarios, marcha y postura;  aunque típicamente se le atribuyen sólo funciones motoras, se ha encontrado que también se relaciona con habilidades cognitivas y conductuales, dando como resultado el llamado síndrome afectivo-cognitivo cerebeloso.

Se presenta el caso de C, un hombre de 43 años con diagnóstico de ataxia de Friederich con signos de atrofia multisistémica.

Se realizó la evaluación con el propósito de determinar la contribución de la afectación cerebelosa para aportar información  a la comprensión del papel del cerebelo en el las funciones no motoras, esperando encontrar un impacto del funcionamiento ejecutivo y visoespacial  con un efecto sistémico como se ha reportado en la literatura.

Se realizó la evaluación utilizando el  Test de copia de una figura compleja de Rey-Osterrieth., el Test Barcelona abreviado, el Traill Making Test, el test Wisconsin , además de la escala de actividades instrumentales de la vida diaria y el test de depresión de Beck y el de ansiedad de Hamilton. Se realizó un análisis desde el enfoque cognitivo de los resultados obtenidos.

Se encontró una afectación de los procesos ejecutivos atencionales, visoespaciales lingüísticos, que impactan en los procesos de lectoescritura, cálculo, percepción, praxias, procesos mnésicos y funcionamiento intelectual, además de un estado de depresión y ansiedad.

Los resultados son acordes a la literatura con un  patrón de afectación sistémica de origen subcortical en el funcionamiento ejecutivo, lo que sugiere la participación del cerebelo en el funcionamiento ejecutivo, visoespacial, mnésico, intelectual y emocional.