El INEGI (2015) calculó más de 655 mil defunciones  que dejaron atrás familiares que pueden atravesar un proceso de duelo, esto puede impactar en la dinámica de una familia. Ante esto, intervenciones terapéuticas pueden ser de utilidad para superar la pérdida, una de ellas son los rituales familiares desarrollados por el grupo de Milán (1980) que buscan modificar la pauta familiar. Aunad a esto, la relación establecida entre familia y terapeuta puede influir en la construcción del ritual familiar Explorar los resultados de los rituales familiares construidos en un sistema terapéutico, aplicados a una familia mexicana ante la pérdida de un familiar. El caso se trabajó en el Centro Comunitario Julián MacGregor y Sánchez Navarro. La familia que asistió está conformada por un niño de 9 años, su madre de 41, su padre de 39 y la abuela de 65. El abuelo falleció tres años atrás y reportaron no saber lidiar con la tristeza del niño ante ello y no saben como hablar de eso con él. Al implementar el ritual que fue construido en conjunto (terapeuta-familia), se irrumpió en la pauta problemática de la familia, que consistía en no hablar con el niño de la muerte, logrando que todos los integrantes se involucraran en la resolución del conflicto y tuvieran los resultados esperados. Se pudo ver que la prescripción de un ritual terapéutico ayudó en la resolución del problema, tomar en cuenta la co-construcción de este, entre la relación que se establece entre terapeuta y consultantes, puede incidir mucho en la efectividad de la intervención. Sin embargo, visibilizar la pauta familiar nueva tras el ritual puede favorecer a mantener los resultados y a que la familia se los atribuya como logros propios