El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) en adultos es poco diagnosticado, de alta prevalencia y lleva consigo consecuencias en el ámbito escolar, laboral, social y comorbilidades psiquiátricas como el Trastorno Antisocial. En países desarrollados se estima que entre 30 y 50% de los delincuentes presentan TDAH. Algunos estudios plantean un déficit en el Funcionamiento Ejecutivo (FE), que subyace a la sintomatología y que las dificultades sociales que presentan se deben a fallas en cognición social (CS). Los estudios son escasos y variables, ya que solo una proporción de adultos con TDAH muestra deficiencias. Se ha sugerido que esta heterogeneidad se debe a que las pruebas neuropsicológicas carecen de validez ecológica. Se desconocen las causas de los déficits en la CS y su relación con el FE en esta población. El objetivo del estudio, fue identificar y relacionar los déficits en el funcionamiento ejecutivo, los procesos de CS y conductas antisociales. Participaron 40 adultos con TDAH y 30 adultos sanos entre 20 y 35 años. Se evaluó neuropiscológicamente con tareas ecológicas y escalas conductuales. Se observó peor desempeño en el grupo con TDAH comparado con el grupo control , siendo significativas las diferencias en tareas de atención selectiva, inhibición atencional, memoria de trabajo, planeación y en CS, específicamente en procesamiento emcoional y teoría de la mente. Se encontraron múltiples correlaciones entre el FE y la CS. La conducta antisocial correlacionó positivamente con fallas en inhibición, memoria de trabajo y teoría de la mente. Los adultos con TDAH muestran deficiencias en procesos ejecutivos y sociales que afectan su vida cotidiana y son un factor para presentar conductas antisociales.