La artritis reumatoide (AR) es una enfermedad autoinmune crónica caracterizada por el dolor y la inflamación persistente de las articulaciones, si la enfermedad se encuentra activa y no controlada conlleva a una disminución de la calidad de vida y discapacidad. Además, la AR tiene diversas implicaciones a nivel psicológico, se estima que entre el 14% y el 62% de los afectados con AR sufren de depresión. Dentro de las intervenciones psicológicas que más se han examinado en entornos de atención primaria se encuentra la terapia de activación conductual (AC). La evidencia proporcionada por la activación conductual ha permitido incorporarla a distintas modalidades de aplicación, por ejemplo, vía internet, que facilita el acceso a la atención psicológica para personas que tienen dificultades de movilidad, requiere menos recursos y tiene efectos semejantes a los tratamientos individuales convencionales.