Narrar implica coordinar estructuras mentales, conocimientos y habilidades lingüísticas (Soto y Hartmann, 2006); permite contar a sí mismo y a otros, historias a partir de recuerdos, representaciones mentales o experiencias (Iandolo et. Al., 2012); surge durante la infancia (Gerson y Woodward, 2012) y ayuda a predecir el futuro desempeño lingüístico-cognitivo del niño (Del Valle Abraham et.al., 2009).

El objetivo fue analizar las características del desarrollo de la competencia narrativa en un grupo de niños preescolares de entre 3 y 5 años, así como las características de las acciones que los padres realizan para favorecerla.

Se realizó un estudio descriptivo, no experimental, con un muestreo no probabilístico, en dos etapas. Primero se diseñó un instrumento para evaluar la competencia narrativa (Osorio y Salvador, 2020) para lo que se elaboraron 13 historias organizadas en tarjetas ilustradas. Después se realizó migración a formato virtual para el piloteo con una muestra de 15 niños 5 por cada grupo de edad (4 M_edad).

El análisis cualitativo se realizó por medio del programa ATLAS-ti, en los resultados preliminares se observan componentes cognitivos en cuanto a la estructura, relaciones y elementos narrativos empleados y lingüísticos sobre el vocabulario y artículos utilizados en las elaboraciones de los participantes. El análisis de su validez se encuentra en proceso.

El estudio aporta un instrumento para la evaluación de las competencias narrativas, la migración a formato virtual no afectó la producción de historias, aunque se debió tener cuidado en la presentación de la actividad. Esta técnica permite encontrar información sobre el desarrollo de dichos procesos en niños de entre 3 y 5 años.