México, al ser el país con mayor consumo de agua embotellada en el mundo, enfrenta uno de los problemas ambientales más graves (Delgado, 2014). Ciudad Universitaria, al tener una población equiparable a la Ciudad de México, presenta un problema muy parecido, donde la comunidad universitaria sigue consumiendo agua embotellada, aunque tiene acceso a dispensadores de agua potable que son gratuitos y amigables con el ambiente. Es por ello que el objetivo de esta investigación fue conocer las principales razones por las que los y las estudiantes no consumen el agua de los bebederos de la Facultad de Psicología.

Se realizó una entrevista semiestructurada enfocada a indagar sobre las opiniones de los y las estudiantes con relación al bebedero en su forma física y al agua de los bebederos. Se entrevistaron a 12 estudiantes consumidores y no consumidores del agua de los bebederos. Después de transcribir las entrevistas se utilizó el programa Atlas.ti en su versión web para analizar y codificar el discurso.

En la primera fase del análisis cualitativo, se encontraron 18 categorías que describían diferentes sentimientos, pensamientos y conductas que los entrevistados tienen sobre los bebederos y el agua de estos. La segunda fase del análisis cualitativo tuvo como objetivo trasladar el discurso empírico a sus bases teóricas. De este modo, se crearon dos grandes categorías que permiten explicar el (no) uso de los bebederos: Barreras psicológicas y Motivaciones (intrínsecas y extrínsecas).

Las principales barreras psicológicas que no permiten que los bebederos de la Facultad de Psicología sean usados por sus estudiantes son la desconfianza (de la calidad del agua, la limpieza de los dispensadores y el mal uso que hacen de ellos) y las creencias (rumores) que hay en torno de ellos. El desconocimiento es una variable que está presente tanto en los consumidores como en los no consumidores.