Última modificación: 2023-09-15
Resumen
I. Antecedentes y justificación del estudio
La depresión en adolescentes es la cuarta causa de enfermedad y discapacidad y es uno de los principales factores ligados al suicidio, siendo éste la cuarta causa de muerte en adolescentes de 15 a 19 años. Por ello, es esencial desarrollar instrumentos válidos y confiables para su diagnóstico oportuno. Los instrumentos psicométricos actuales presentan dificultades para un diagnóstico confiable, posiblemente porque los más utilizados se crearon para población adulta a pesar de que existen diferencias entre los criterios clínicos para adultos y adolescentes debido a las características propias de la adolescencia. Además, debido a las fluctuaciones en el ánimo normales de la adolescencia, se ha sugerido incluir la depresión rasgo en la evaluación de la depresión en este grupo, pero no hay instrumentos válidos y confiables para medirla.
II. Objetivo | Hipótesis
Construir y validar una escala de depresión rasgo para adolescentes de 15 a 19 años.
III. Metodología
Se elaboraron reactivos a partir de la revisión de la literatura y con la información de cuatro grupos focales. Posteriormente, se obtuvo su validez de contenido con la participación de diez jueces expertos. Finalmente, se llevó a cabo un estudio instrumental con 215 estudiantes de una escuela de nivel medio superior de entre 15 y 19 años.
IV. Resultados
Se llevó a cabo un Análisis Factorial Exploratorio y se logró una estructura unidimensional que explica el 57.73% de la varianza. Asimismo, se calculó la confiabilidad a partir de los coeficientes alfa = .97 y omega = .97. Se obtuvo también la validez interna convergente a través de la varianza media extraída (.56). Adicionalmente, los datos mostraron evidencias de validez convergente, divergente y discriminante.
V. Discusión y Conclusiones
La Escala de Depresión Rasgo para Adolescentes, construida en este estudio, es válida y confiable. En el instrumento se incluyeron indicadores provenientes de los grupos focales que no están considerados en el DSM-V, lo que prueba la necesidad de construir instrumentos psicométricos específicos para la población adolescente actual y, eventualmente, revisar los criterios clínicos para el diagnóstico de la depresión en jóvenes.