El análisis convencional sostiene la creencia generalizada de que demorar la entrega del reforzador disminuye la frecuencia de respuesta. Sin embargo, estudios recientes sobre “acumulación de comida” han desafiado este postulado al identificar un gradiente creciente de demora, donde la demora en realidad aumenta la frecuencia de respuesta.  Este inusual fenómeno plantea la pregunta de si es específico de la comida o si es aplicable a otros reforzadores. El objetivo fue determinar la generalidad del gradiente creciente, utilizando dos reforzadores diferentes. Para abordar esta cuestión, se utilizó un diseño factorial 2x2x4 de medidas repetidas. Se consideraron dos tipos de reforzadores (comida y agua), dos niveles de privación (alto y bajo) y cuatro intervalos de demora (0, 6, 12 y 24 segundos). En el experimento, a cada rata se le presentó una palanca durante 20 s, durante los cuales cada respuesta acumulaba virtualmente un reforzador. Tras esto, se introducía una demora, cuya duración se alargó en condiciones sucesivas. Al finalizar cada período de demora, se extendía una segunda palanca por 20 s que al accionarla dejaba caer uno de los reforzadores acumulados. Los resultados mostraron que, tanto con alta como con baja privación, la frecuencia de respuesta aumentó con la demora cuando se utilizó comida como reforzador. En el caso del agua, este aumento solo se observó bajo condiciones de alta privación. Estos hallazgos sugieren que el fenómeno del gradiente creciente de demora no es exclusivo de la comida como reforzador. En cambio, estos resultados indican que el impacto de la demora en la frecuencia de respuesta podría estar modulado tanto por la cantidad del reforzador como por el nivel de privación. Estas observaciones podrían sugerir una revisión de las teorías convencionales sobre el efecto de la demora en el reforzamiento y por lo tanto de la acumulación de reforzadores.