El duelo es considerado como una forma de ansiedad a la separación como respuesta al rompimiento de una relación de vinculación. Cuando en el proceso de duelo se presentan factores como la presencia de culpa; pensamientos de muerte más que de voluntad por vivir; preocupación acompañada de sentimientos de inutilidad o deterioro funcional prolongado, se le considera como un duelo no resuelto (Rodríguez-Chavarría, et al., 2017). En la actualidad se conocen los resultados efectivos que tiene la terapia breve al abordar diversas problemáticas y fomentar la salud mental en los integrantes de la sociedad.

Objetivo: Analizar la problemática y el abordaje terapéutico en un caso de duelo no resuelto de una mujer de 68 años a partir del modelo de Resolución de Problemas.

Se llevó a cabo una investigación mediante un análisis de caso.

Se realizaron 8 sesiones con “G” mediante el modelo de Resolución de Problemas, se llevaron a cabo diversas intervenciones como: reencuadre, reestructuración, y prescripción de tareas acordes a las características y el objetivo de “G”. Con lo cual se pudo observar un cambio en la manera de actuar y en algunos pensamientos en torno a la perdida y la culpa que sentía, menciona sentirse más tranquila con la perdida, que las tareas le han ayudado a ver que las acciones que no hizo al momento de su perdida no hacen la diferencia, también que ya puede dormir mejor y las ideas acerca de la muerte han disminuido.

El modelo de Resolución de Problemas es eficiente, ya que permite la disminución de una problemática a través de la interrupción de la pauta que se repite y que mantiene el problema, mediante las intervenciones que van encaminadas a la reestructuración y el cambio en la forma de percibir la realidad del cliente y su conducta.