Construir: Unidad de seminarios Dr. Héctor Fernández Varela Mejía
Sala: Aula 4
Fecha: 2019-10-09 12:00 – 01:00
Última modificación: 2019-10-04
Resumen
El Trastorno por Estrés Agudo, desde su inclusión al DSM, se ha definido como un trastorno predictivo al TEPT, o bien, se ha intentado identificar por medio de la sintomatología asociada durante los primeros días o semanas posteriores al evento traumático. Considerando lo anterior, y con base en modelos recientes del constructo, como lo es el descrito en el DSM-5, se ha planteado el hecho de que, considerando la relación existente con el TEPT, resulta importante formular intervenciones clínicas tempranas en TEA y prevenir el posible desarrollo de TEPT en meses posteriores.
Considerando la problemática que experimentó la población mexicana el pasado 19 de Septiembre de 2017, donde se aconteció uno de los mayores desastres naturales en la población en los últimos años, y la necesidad de dar respuesta a las necesidades en cuanto a salud mental generadas por dicha situación, el presente estudio, mismo que se había estado trabajando en otros tipos de víctimas o situaciones traumáticas, se vio modificado en algunos aspectos metodológicos y, más específicamente, en cuanto al tipo de trauma en cuestión, dirigiendo la intervención clínica del presente proyecto hacia las víctimas que presentaron la sintomatología de tales trastornos como consecuencia del sismo.
De tal manera, los objetivos del presente proyecto consistieron en:
Adaptar y validar dos escalas de medición para los trastornos relacionados al trauma en población mexicana
Evaluar la efectivdad de un tratamiento para el trastorno por estrés agudo, mismo que sirviera como una intervención temprana en TEPT
Dentro de la primera fase, se realizó la validación de dos escalas para la los trastornos relacionados al trauma, misma que se realizó mediante análisis factoriales exploratorios y confirmatorios, así como análisis de correlaciones para la validez convergente.
Como parte de la segunda fase, dirigida a evaluar la efectividad de un tratamiento cognitivo-conductual para el TEA, se empleó un diseño cuasi-experimental de caso único con 14 replicaciones directas de tratamiento con pre y post evaluación, así como medidas de seguimiento a uno, tres y seis meses.
Dentro de la primera fase, se obtuvieron ajustes factoriales adecuados a los modelos teóricos para ambas escalas, así como una apropiada validez convergente y un alto índice de consistencia interna para las escalas globales y subescalas.
En la segunda fase, los resultados obtenidos por medio del análisis de caso por caso mostraron una mejoría clínica significativa en todos los participantes, así como una significancia clínica e índice de cambio fiable adecuados. Los análisis estadísticos adicionales mostraron diferencias estadísticas significativas entre la pre y la post evaluación, así como en los seguimientos a uno tres y seis meses posteriores. Por su parte, los cálculos del tamaño del efecto mostraron tamaños grandes en la post evaluación y en las medidas de seguimiento a uno, tres y seis meses.
Considerando el ajuste factorial de los modelos teóricos de los trastornos relacionados al trauma, los resultados de la primera fase permitieron obtener dos escalas adaptadas a población mexicana considerando los criterios diagnósticos actualizados, lo cual contribuye en la evaluación de dichos trastornos en México. Los resultados de la segunda fase mostraron la eficacia del tratamiento en la post evaluación y el mantenimiento de las mejorías clínicas en meses posteriores, lo cual sugiere una prevención sobre el TEPT. Considerando los hallazgos del presente estudio, se sugieren estudios posteriores con mayor control sobre los tipos de trauma y el diseño experimental para la generalización de resultados.