Por defecto: 

De las investigaciones realizadas sobre el proceso de enseñanza–aprendizaje en los contextos educativos universitarios en lo que va del siglo XXI, tres tópicos son recurrentes de forma central o periférica a otros fenómenos: la ética, la violencia y el poder. En la relación docente-alumno comportamientos de esta índole pueden influenciar de manera muy significativa la práctica educativa, tanto en sentido positivo como negativo, lo cual es de vital importancia en la formación profesional de los egresados, y por ende, en el desarrollo del país. Un punto a señalar, es que a pesar de que dichos tópicos han sido estudiados, se han abordado de forma independiente y no interrelacionada. Por lo que el objetivo de la investigación será analizar la posible relación entre el comportamiento ético, el ejercicio del poder y las prácticas violentas entre profesores y estudiantes universitarios. Para ello se utilizará una metodología de corte cualitativa con enfoque fenomenológico, dado que el foco de interés es conocer por medio de entrevistas abiertas, y desde la perspectiva de profesores y estudiantes, cómo se expresan, viven, experimentan, significan y/o representan los comporamientos anteriormente señalados durante la práctica educativa (Sandín, 2003). Para el análisis se utilizará la “teoría fundamentada” propuesta por Glasser y Strauss (1967), la cual se usa cuando la investigación al respecto es insuficiente o se busca una nueva concepción al respecto de un proceso desarrollado en un contexto natural. De acuerdo con lo indagado en el estado del arte, se espera encontrar que la ética funcione como un modulador del comportamiento violento y del poder en el actuar tanto del docente, como del alumno y que su función sea crítica en la práctica educativa.

Ética, Poder, Violencia, profesores y estudiantes universitarios, práctica educativa