El buen trato es la capacidad de las personas para cuidarse mutuamente (García, 2012). Los estudios de buen trato se han realizado principalmente en el área educativa (Muñoz & Lucero, 2007) y comunitaria (Gallego, 2012). Su modelo teórico parte del psicoanálisis y de reflexiones de tratamientos, careciendo de fundamentos que reflejen la influencia de otras variables. Por tanto, resulta relevante conocer la conceptuación del buen trato en la pareja, mediante la identificación y análisis de aspectos culturales, de interacción de la pareja y de características individuales que influyen en dicho constructo, para contribuir a la explicación del buen trato en la pareja e incidir en el bienestar de las personas (Sanz, 2016).

Evaluar el impacto de la cultura (PHSC), factores contextuales (funcionamiento familiar, violencia en la pareja y satisfacción en la pareja) y características individuales (manejo del conflicto e instrumentalidad-expresividad) en el buen trato de pareja.

Se realizaron tres estudios. En el primero se realizó un estudio exploratorio para conceptuar el buen trato en la pareja a través de dos técnicas, redes semánticas y cuestionario abierto. Se aplicó a 420 personas voluntarias. A partir de ello, se desarrolló una escala de buen trato en la pareja. En el segundo, se hicieron las correlaciones entre las variables, participaron 800 personas voluntarias. En el tercero, se llevó a cabo un estudio confirmatorio para comprobar el modelo, participaron voluntariamente 1004 personas.

Se obtuvo una escala de buen trato en la relación de pareja, constituida por 4 subescalas: significado (a = .95), razones (a = .95), consecuencias (a = .97) y estrategias (a = .95). Se comprobó el modelo propuesto.

Un funcionamiento familiar positivo promueve la satisfacción de necesidades (Góngora, 2013), lo que da como resultado interacciones positivas (García, Rivera, Díaz & Reyes, 2015), caracterizando un buen trato. La satisfacción favorece la vinculación positiva (Nolen-Hoeksema, 2001).