En México, desde la declaración de la llamada guerra contra el narcotráfico en 2006, han desaparecido 60,847 personas. En este contexto de violencia extrema los procesos de búsqueda de las personas desaparecidas han sido impulsados por sus familiares, principalmente mujeres, agrupadas en colectivos y en contextos de riesgo, criminalización y estigmatización. De acuerdo a Martín-Baró (1984) la perspectiva psicosocial afirma que las experiencias de las víctimas se circunscriben a su dimensión social e histórica, entonces los modelos psicológicos para entender este fenómeno deben construirse desde la voz de los sujetos. Se busca generar un modelo explicativo sobre la manera en que las mujeres, familiares de las personas desaparecidas, han enfrentado esta violencia. Lo anterior a través de comprender las experiencias que han construido en torno a la desaparición forzada Se parte de la pregunta sobre ¿Qué estrategias han construido, las mujeres agrupadas en colectivos, que les permiten hacer frente a la desaparición forzada de sus familiares y poder continuar en los procesos de búsqueda? Estudio interpretativo desde la Teoría Fundamentada, propuesta por Glaser y Strauss (1967). los participantes serán 43 mujeres agrupadas en colectivos de búsqueda, con familiares desaparecidos en la llamada guerra contra el narcotráfico, de los municipios de Nuevo León y Tamaulipas; las técnicas de obtención de la información serán:  la observación participante, entrevistas semiestructuradas, tres grupos focales y recolección de materiales escritos o visuales producidos por ellas. Se plantean un manejo ético a través de solicitar el consentimiento informado, no revictimizar y hacerlas participes como co-investigadores. Se pretende entender cómo significan la desaparición de sus familiares para la construcción del modelo que explica cómo han logrado afrontar la violencia ante la desaparición forzada. Documentar y sistematizar la experiencia de los familiares sobre lo hecho para sobrevivir a la violencia.