Existe evidencia sobre la relación de habilidades visuales de reconocimiento de objetos estáticos en 2D que se relaciona con la habilidad lingüística en el segundo año de vida.

El presente estudio explora la posibilidad de la relación entre vocabulario con el reconocimiento de objetos dinámicos en rotación, a los 12 meses de edad cuando los infantes ya cuentan con más experiencia en la comprensión de vocabulario y empiezan a producir sus primeras palabras.

Participaron trece infantes de desarrollo típico en una tarea de reconocimiento de objetos en rotación, mediante un procedimiento de preferencia visual a la novedad, en una cabina adaptada bajo el Paradigma Intermodal de Atención Preferencial (PIAP). Se presentó una fase de familiarización de 10 ensayos de 10 s cada uno con un objeto en 3D rotando hasta los 240º, como se usó en Moore & Johnson, 2008. En una fase de prueba, vieron 8 ensayos 5 s cada uno, con 2 estímulos visuales: el objeto familiar y el novedoso, el cual era el estímulo blanco. Los cuidadores contestaron la Versión I del Inventario de Desarrollo Comunicativo MacArthur-Bates (CDI) para obtener la puntuación de comprensión de palabras.

Un análisis de Pearson mostró una correlación significativa, r = 0.596 (p = 0.03), entre el número de palabras que los infantes comprenden y su preferencia a la novedad, obtenido mediante la Diferencia de Tiempo de Mirada, que es la resta del tiempo al estímulo novedoso menos el estímulo familiar en la tarea de PIAP.

Desde edades tempranas, se observa que aquellos bebés que tuvieron una mejor ejecución en la tarea de reconocimiento de objetos en rotación son aquellos bebés con mayor experiencia con los objetos y con su asignación de nombres para identificarlos, clasificarlos y reconocerlos incluso si se ven desde diferentes ángulos.