Última modificación: 2021-01-08
Resumen
La enfermedad COVID-19 apareció en China en diciembre 2019 y fue declarada pandemia global por la Organización Mundial de la Salud. (Gobierno de México, 2020). La instrucción de #QuédateEnCasa ha obligado a mujeres a permanecer en aislamiento con sus agresores, lo cual aumenta las probabilidades de sufrir un hecho de violencia. (González, 2020)
Las mujeres víctimas de violencia suelen tener conversaciones con otros y consigo mismas que internalizan el tópico del abuso (Lloret, 2004). A través de la terapia narrativa, se busca construir y engrosar historias alternativas a la historia dominante de haber sido violentada. Mediante conversaciones de externalización y de reautoría, se busca lograr que las mujeres se acerquen a su identidad preferida y narren nuevas historias de esperanza y nuevos planes de vida.
Actualmente, se está trabajando con tres mujeres que han terminado una relación violenta de pareja durante el periodo comprendido entre marzo y diciembre del 2020. El rango de edad es de 21-28 años. Fueron referidas mediante convenios institucionales realizados por la Residencia en Terapia Familiar, con el Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de las Familias (DIF) Nezahualcóyotl y el Centro de Orientación y Formación Integral Estudiantil (COFIE) FES Zaragoza.
Hasta este momento, el proceso terapéutico ha permitido que las mujeres identifiquen y reconozcan los actos de resistencias a la violencia que han efectuado. Asimismo, han podido reescribir aspectos de su identidad, al darse cuenta de lo que estaban valorando y/o defendiendo en el momento en que tomaron decisiones de quedarse o alejarse de la relación.
La terapia narrativa es adecuada para trabajar con mujeres víctimas de violencia puesto que aborda la violencia de genero a partir de su carácter relacional, social e históricamente situado, lo cual es clave para entender este fenómeno en el contexto de la pandemia.