Tabla 1. Total de artículos encontrados por unidad de análisis y descriptor
Influencia de los Hermanos en el Comportamiento Sexual de Riesgo y Preventivo: Una Revisión
0 commentsPosted in Artículos | Vol. 2 | Núm. 1 | 2016

Autor(es) | David Javier Enriquez Negrete, Ricardo Sánchez Medina. |
Contacto | dr.david.enriquez@gmail.com ; risame81@gmail.com |
Tipo de Contribución | Revisión de la Literatura. |
Referencia | Revista Digital Internacional de Psicología y Ciencia Social Vol. 12 Núm. 1, 2016. |
RESUMEN
El presente estudio tuvo como objetivo hacer una revisión de la literatura especializada publicada entre 1990 y 2014 relativa a la influencia fraterna en el comportamiento sexual; para ello se utilizó como metodología los núcleos temáticos, los cuales fueron: socialización sexual fraterna e influencia de los hermanos sobre el comportamiento sexual de riesgo/prevención. Como resultado de esta revisión se encontró que los hermanos son una fuente de socialización sexual secundaria y la estructura familiar tiene una estrecha relación con las creencias, actitudes e intenciones que los hermanos mayores transmiten a los menores sobre el sexo. Hay una tendencia a utilizar la teoría del aprendizaje social para explicar la influencia fraterna y de conceptuar a los hermanos mayores como agentes nocivos para el comportamiento sexual de los hermanos menores. Condiciones como la cercanía, el rol fraterno (mayor o menor) y el género, juegan un papel fundamental en la compresión de cómo los hermanos mayores influyen en el comportamiento sexual de los menores. Para finalizar, en la discusión se abordan del estado actual y de las líneas futuras de investigación sobre este tema.
ABSTRACT
Objective. Reviewing the literature published between 1990-2014 on the fraternal influence on sexual behavior. Methodology. The core themes were: fraternal sexual socialization and sibling influence on sexual behavior risk/prevention. Results. The siblings are a source of secondary sexual socialization and family structure are closely linked to the beliefs, attitudes and intentions that older siblings transmitted to children about sex. There is a tendency to use social learning theory to explain the influence fraternal and conceptualize older siblings as harmful to the sexual behavior of younger siblings. Conditions such as proximity, fraternal role (younger or older) and gender are key in understanding how older brothers influence the sexual behavior. Discussion. In terms of the current state and future research on this topic.
INTRODUCCIÓN
La investigación desarrollada en el terreno de la salud sexual se ha encaminado hacia la identificación de los factores que hacen más probable que las personas tengan conductas sexuales saludables y preventivas (Noar, 2007) para evitar el contagio de alguna Infección de Transmisión Sexual (ITS), incluido el VIH/SIDA, o tener un embarazo no planeado (Bárcena, Rendón & Robles, 2011). Tanto las ITS como los embarazos no planeados constituyen un problema serio de salud (Secretaría de Salud, 2002; Consejo Nacional para la Prevención y Control del SIDA [CENSIDA], 2011; 2012) y un aspecto de atención prioritaria entre los adolescentes mexicanos (Encuesta Nacional de Salud y Nutrición [ENSANUT], 2012).
De acuerdo con el meta-análisis realizado por Kotchick, Shaffer, Miller, & Forehand (2001), se han logrado avances significativos en la identificación de variables predictoras de diversos comportamientos sexuales preventivos y de riesgo, aunque señalan que la mayor parte de la literatura especializada en esta área recae sobre el estudio de aquellas variables centradas en el individuo (intenciones para usar preservativo, actitudes hacia el condón, habilidades de comunicación sexual y de negociación para utilizar preservativo, por citar algunos ejemplos). La conclusión de Kotchick, et al. (2001), después de haber revisado más de 500 artículos especializados, fue que se le ha brindado poca atención a los factores del contexto familiar que influyen en el comportamiento sexual.
En este sentido, las investigaciones centradas en describir los factores del contexto familiar que influyen en el comportamiento sexual de los adolescentes, se centran principalmente en evaluar variables parentales (Hovell, et al., 1994; Miller, Forehand, & Kotchick, 1999; Upchurch, Aneshensel, Sucoff, & Levy-Storms, 1999; Davis, & Friel, 2001; Vélez-Pastrana, GonzálezRodríguez, & Borges-Hernández, 2005; Uribe, 2007; Vukovic, & Bjegovic, 2007; Palacios, 2009; Manlove, Wildsmith, Ikramullah, Terry-Humen, & Schelar, 2012; Oliveira-Campos, Giatti, Malta, & Barreto, 2013) y dejan en un segundo plano otras fuentes de influencia familiar como por ejemplo, los hermanos. Widmer (1997) señala que si bien los padres son la fuente primaria de socialización sexual en los hijos, la influencia de los hermanos también debe de considerarse por lo significativo que llegan a ser las relaciones fraternas.
Las relaciones fraternas son centrales en la vida de una persona, debido a su larga duración -del nacimiento a la muerte- (Lucey, 2010), y porque los hermanos comparten las mismas experiencias familiares y una herencia genética, social y cultural común (Goetting, 1986). En algunos países como México, los hermanos fungen como cuidadores secundarios (Cicirelli, 1994), principalmente cuando ambos padres tienen que trabajar, lo cual favorece que pasen mucho tiempo juntos en comparación con los propios padres; además de que al cohabitar en la misma vivienda pueden pasar la mayor parte del día juntos (Diop-Sidibe, 2005). De hecho, en ocasiones los hermanos llegan a tomar tanta responsabilidad en torno al cuidado de sus hermanos que se convierten en sustitutos de los padres; sobre todo en los casos en los cuales los papás tienen una participación y compromiso nulo o deficiente con los hijos (Goetting, 1986).
Asimismo, las relaciones entre hermanos pueden llegar a ser más significativas para sociedades con valores colectivistas, donde la lealtad, el auto sacrificio y la cooperación son atributos característicos de las relaciones interpersonales (Triandis, 2006; Triandis, & Suh, 2002). Estos valores promovidos en países como México pueden nutrir y mantener los atributos que caracterizan las relaciones fraternas, como por ejemplo, el amor, la cercanía (Buist, Deković, & Prinzie, 2013), la confianza, el respeto, el apoyo, los secretos y la amistad (Enríquez, Sánchez, & Robles, 2011), de tal forma que estas cualidades coadyuvan al fortalecimiento del vínculo afectivo fraterno. De acuerdo con Buist, et al. (2013) y Feinberg, & Hetherington (2000), cuando las relaciones entre hermanos son cercanas se favorece la influencia de un hermano sobre otro.
Bajo este marco se torna comprensible por qué los hermanos influyen en el ajuste psicosocial, en la relación con los amigos, con la pareja, así como en los comportamientos saludables y de riesgo (Feinberg, et al., 2013).
De esta forma, después de revisar las evidencias empíricas expuestas anteriormente, no resulta insensato pensar en los hermanos como agentes de socialización sexual, los cuales pudieran tener influencia en alguno o varios comportamientos sexuales de riesgo o preventivos. Sin embargo, la conclusión del meta-análisis realizado por Buist, et al. (2013) y la revisión de Feinberg, et al. (2013) versan sobre la escasa atención puesta al estudio de las relaciones entre hermanos a pesar del gran impacto que pueden tener en el comportamiento, incluso en el sexual.
Evaluar la influencia de los hermanos en el comportamiento sexual preventivo y de riesgo ofrece una perspectiva más amplia sobre el complejo proceso de socialización sexual que brinda la familia, favoreciendo una visión incluyente más allá de los padres como agentes de socialización. Asimismo, se podría delimitar sí es que los hermanos tienen un efecto directo sobre el comportamiento sexual, sobre variables psicosociales o conductuales predictoras del comportamiento sexual preventivo y de riesgo, pero principalmente describir los efectos combinados del grupo de padres y hermanos en relación al comportamiento sexual (Enríquez, 2014).
Por tanto, el propósito de este artículo fue revisar la literatura especializada publicada entre 1990 y 2014 relativa al papel que tienen los hermanos en la socialización sexual fraterna, con el objetivo de describir el estado actual de este tópico y de analizar a través de la evidencia empírica publicada, cómo los hermanos influyen en el comportamiento sexual de riesgo y preventivo.
MÉTODO
Rango de búsqueda
Con el objetivo de buscar y reunir la mayor cantidad de artículos posibles para realizar la presente revisión de la literatura, se buscaron publicaciones fechadas entre 1990 y 2014.
Unidades de análisis
Las unidades de análisis fueron cuatro, las cuales se seleccionaron a partir de la relevancia científica y académica, así como del área disciplinar. Las unidades fueron las siguientes: 1) ScienceDirect –ElSevier, con acceso a 1800 revistas científicas con más de 9 millones de artículos (ElSevier, 2011); 2) JSTORE, con acceso a 2000 revistas académicas que se ofrecen para consulta en más de 160 países; 3) PsycINFO,con cerca de 2500 revistas donde se publican artículos dictaminados por pares de expertos en las ciencias de la conducta (American Psychological Association, 2014); y 4) MEDLINE, la cual depende de la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos y abarca entre sus áreas las ciencias del comportamiento (United States National Library of Medicine, 2014).
Núcleos temáticos
Fueron dos los núcleos temáticos de análisis: 1) socialización sexual fraterna y 2) influencia de los hermanos sobre el comportamiento sexual de riesgo y prevención. Los descriptores utilizados para realizar la búsqueda en las unidades de análisis fueron: a) sibling influences on sexual behavior, b) siblings on initiation of sexual intercourse, c) influence of older siblings on sexual behavior, y d) sexual behavior sibling.
Artículos encontrados
La Tabla 1 muestra el total de artículos encontrados en cada una de las bases de datos y por cada descriptor utilizado.
Composición de la muestra de artículos
La muestra de artículos seleccionados para la presente revisión fueron 20, los cuales se obtuvieron de las siguientes unidades de análisis: a) ScienceDirect –ElSevier, dos artículos; b) JSTORE, nueve artículos; c) PsycINFO, dos artículos; y d) MEDLINE, siete artículos.
Criterio de inclusión y exclusión de artículos
Para la presente revisión se incluyeron los artículos que cumplían con: a) evaluar al menos una variable asociada al comportamiento sexual de riesgo o preventivo; b) incluir como mínimo, una medida relativa al comportamiento de los hermanos o referente a alguna cualidad de las relaciones fraternas, y c) ser de carácter empírico. Por otro lado, los criterios de exclusión fueron: a) tener fecha de publicación previa al año 1990 y b) ser artículos teóricos entre los cuales se incluyeron revisiones de la literatura, capítulos de libro y disertaciones, debido a que estos documentos no pasaron por el proceso de evaluación por pares.
Procedimiento
Los artículos seleccionados para la presente revisión teórica fueron organizados a partir de dos núcleos temáticos. En el primero se agruparon todos los contenidos relativos a la socialización sexual fraterna dispuestos de la siguiente manera: a) estrategias de socialización sexual entre hermanos y b) teorías utilizadas para explicar el proceso de influencia fraterna en el comportamiento sexual. El segundo núcleo temático agrupó los contenidos relativos a la influencia que los hermanos ejercen en el comportamiento sexual de riesgo o prevención a partir de las siguientes temáticas: a) comportamientos sexuales de riesgo, b) comportamiento sexual preventivo y c) influencia de los hermanos en el comportamiento sexual por diadas fraternas mixtas o del mismo sexo.
RESULTADOS
A continuación se describen los resultados organizados a partir de los dos núcleos temáticos propuestos para el análisis de la evidencia empírica: a) socialización sexual fraterna y b) influencia de los hermanos sobre el comportamiento sexual de riesgo y prevención.
a) Socialización sexual fraterna
La socialización sexual es el proceso mediante el cual los conocimientos, actitudes y valores sobre la sexualidad se adquieren. Se trata de un proceso complejo y multidimensional, el cual ocurre gradualmente a lo largo de muchos años e implica la vinculación de mensajes provenientes de diversas fuentes de información. Los mensajes -directos o indirectos- recibidos cubren un amplio rango de temas, los cuales van desde los aspectos biológicos de la reproducción hasta tópicos referidos a valores y actitudes sobre las citas, el sexo, el amor y las relaciones románticas (Ward, 2003). En el caso de los hermanos mayores, éstos se constituyen como agentes socializadores debido a que son una fuente de información para los hermanos menores respecto a las citas y al comportamiento sexual (Wallace, 2008). El estudio de Ybarra, Emenyonu, Nansera, Kiwanuka, & Bangsberg (2008) muestra que los hermanos informan a sus hermanos menores sobre la salud sexual en general y específicamente sobre el VIH/SIDA, después de los padres y maestros. Estos mensajes principalmente se llevan a cabo de forma directa a través de la comunicación sexual fraterna, por tanto, hablar, discutir y brindar información a los hermanos sobre sexo puede ser más cómodo (cf. Wallace, 2008), debido a que no existe una barrera generacional, como en el caso de la comunicación entre padres e hijos. Además al no existir esta barrera se favorecen las condiciones para compartir experiencias y opiniones similares, siempre y cuando no exista mucha diferencia de edades entre los hermanos (Kowal, & Blinn-Pike, 2004).
Para favorecer este proceso de comunicación sexual fraterna se torna indispensable la cercanía entre hermanos (también llamada calor/afecto). Kowal, & Blinn-Pike (2004) describieron como la percepción de una relación estrecha con los hermanos es una condición necesaria para poder hablar entre ellos sobre diferentes temas relativos al sexo. Incluso autores como Martino, et al. (2008) señalan que en las familias el nivel de comunicación es un indicador del grado de afecto entre sus miembros. Además la percepción de cercanía fraterna favorece el involucramiento de los hermanos mayores con los menores, al grado que buscan protegerlos de algún riesgo sexual potencial, por tanto, brindan información y consejos para prevenirlos (Kowal, & Blinn-Pike, 2004) pero además, dicho involucramiento fraterno también influye en las actitudes que promueven el cuidado de la salud sexual (McHale, Bissell, & Kim, 2009).
Si bien la comunicación sexual fraterna es una estrategia de socialización sexual directa de los hermanos mayores hacia los menores, el análisis de la literatura muestra que también se puede aprender sobre aspectos sexuales a partir de la imitación y la observación de un modelo -hermano mayor.
De acuerdo a la revisión realizada, cuando se perciben relaciones estrechas y positivas de cercanía con los hermanos mayores, se generan oportunidades para observar y aprender a través de la interacción y la imitación (Buist, et al., 2013). Este tipo de situaciones favorecen condiciones para que surjan similitudes de cogniciones y comportamientos entre hermanos debido a la influencia del hermano mayor hacia el menor (Feinberg, & Hetherington, 2000), pero cuando hay rencor fraterno, la conducta modelada tiene menor probabilidad de adoptarse (Brody, 1998).
Bajo estos supuestos, en la mayor parte de los artículos revisados para esta investigación se encontró que la teoría del aprendizaje social es la que principalmente se utiliza para explicar el proceso de influencia fraterna en el comportamiento sexual y contestar a la pregunta “¿cómo los hermanos influyen en la transmisión de aspectos sexuales normativos?” Sin embargo, cabe destacar que de los 20 artículos incluidos en la muestra para la presente revisión, solamente dos buscan evaluar los procesos de influencia basados en esta teoría (McHale, Bissell, & Kim. 2009; Whiteman, Zeiders, Killoren, Rodríguez, & Updegraff, 2014).
La mayor parte de los artículos revisados muestran una tendencia a ubicar y describir esta teoría como marco teórico de su investigación, pero no se ocupan de evaluar la teoría misma en relación al aprendizaje de comportamientos sexuales entre hermanos. Existe una minoría de estudios que buscan comprender este proceso de influencia fraterna en el comportamiento sexual a partir de la teoría del guion sexual -un artículo- (Kornreich, Hearn, Rodríguez, & O’Sullivan, 2003) y de la teoría de la comparación social -un artículo- (Haurin, & Mott, 1990).
Finalmente, es importante destacar que en el entendimiento de las estrategias de socialización sexual fraterna y en la influencia que tienen los hermanos en el comportamiento sexual, existen diversos estudios (Haurin, & Mott, 1990; East, Felice, & Morgan, 1993; East, 1996; Widmer, 1997; Olenick, 1998; East, & Jacobson, 2001; Klein, Graff, Green ,& Kodjo, 2003; Rucibwa, Modeste, Montgomery, & Fox, 2003; Diop-Sidibé, 2005; East, Reyes, & Horn, 2007; Borges, Latorre, & Schor, 2007) que marcan una tendencia de conceptuar a los hermanos mayores como agentes “patógenos” o “de influencia negativa” sobre el comportamiento sexual de los hermanos menores; sin embargo, son escasas las investigaciones que buscan determinar los aspectos de influencia positiva para prevenir algún problema de salud sexual (Kornreich, Hearn, Rodríguez, O’Sullivan, 2003; Kowal, & Blinn-Pike, 2004).
b) Influencia de los hermanos sobre el comportamiento sexual de riesgo y prevención
Gran parte de la investigación especializada que se ha dirigido a estudiar cómo los hermanos influyen en el comportamiento sexual de riesgo, han destacado la condición de tener “un hermano/a mayor adolescente con hijos” como un factor que predispone en la interacción fraterna ciertas variables psicológicas. El hecho de tener un hermano/a con hijos, si bien no es una variable psicológica, si puede ser considerada una variable de la estructura familiar. Miller, Forehand, & Kotchick (1999) señalan que existen variables que son propias de la estructura familiar -de orden sociodemográfico- y que pueden tener impacto en variables psicosociales y conductuales asociadas al comportamiento sexual de riesgo o preventivo.
Por ejemplo, en diversos estudios se ha descrito cómo los adolescentes que tienen experiencia sexual y que juegan el rol de hermanos menores (Rucibwa, et al., 2003; Klein, et al., 2003; Diop-Sidibé, 2005), iniciaron su debut sexual a edades tempranas (East, et al., 1993; Borges, Latorre, & Schor, 2007), no usan píldoras anticonceptivas o condón para protegerse durante el coito (Klein, et al., 2003) e informan de un incremento en la frecuencia de la actividad sexual y el número de parejas sexuales (East, & Jacobson, 2001); son quienes reportan tener un hermano/a adolescente con hijos -en su rol de hermano mayor-. Además, la interacción con los hermanos en esta condición incrementa en las mujeres las posibilidades de haber estado embarazada alguna vez (East, & Jacobson, 2001; Klein, et al., 2003; East, et al., 2007).
Los resultados citados anteriormente muestran que existen condiciones de la estructura familiar -como tener o no un hermano/a mayor adolescente con hijos- que aparentemente tienen una influencia sobre el comportamiento sexual de riesgo; sin embargo, se requiere comprender cómo es que estas variables estructurales -como las llaman Miller, et al. (1999)- terminan influyendo en el comportamiento sexual de riesgo. En este proceso de comprensión entre la estructura familiar y el comportamiento sexual de los hermanos es donde se han sugerido explicaciones a través de variables psicosociales como las creencias y actitudes.
Por ejemplo, cuando se tiene un/a hermano/a adolescente mayor con hijos se refuerzan creencias como “tener un hijo no implica un problema para terminar de cursas los estudios, debido a que se puede contar con la familia” (Klein, et al., 2003) e “iniciar la vida sexual a edades tempranas está bien” (East, 1996). Asimismo se fomentan actitudes sexuales permisivas, intenciones sobre tener actividad sexual en el futuro (East, et al., 1993) y de querer tener un hijo; además de producir un efecto de receptividad y actitud positiva ante la maternidad (East, 1996).
Este tipo de creencias, intenciones y actitudes promueven comportamientos sexuales de riesgo, y a través de estas variables se puede entender como la estructura familiar termina impactando en el comportamiento sexual de riesgo de los hermanos menores. En conclusión, Diop-Sidibé (2005) señala que el hermano menor percibiría la parentalidad del hermano mayor como una condición beneficiosa, por lo que podría ser animado a participar en la actividad sexual y tener hijos.
Por otro lado, existe otro grupo de estudios que evalúan la influencia de los hermanos mayores pero sin la condición de ser padres adolecentes. Estos estudios están centrados en evaluar variables psicosociales (creencias y percepción de la cercanía fraterna) y conductuales (actividad sexual, frecuencia de las relaciones sexuales, etcétera), más que factores propios de la estructura familiar, para explicar la influencia fraterna en el comportamiento sexual de riesgo.
Por ejemplo, Olenick (1998) evaluó adolescentes sexualmente activos -con el rol de hermano menor- y comparó dos grupos: quienes tenían hermanos mayores con experiencia sexual y quienes los tenían sin experiencia sexual. En los resultados describe una diferencia significativa en ambos grupos, siendo mayor la proporción de estudiantes quienes informaron que sus hermanos mayores eran sexualmente activos.
Al evaluar las creencias de los hermanos mayores se encontró que es significativamente mayor el porcentaje de hermanos menores sexualmente activos que tenían hermanos mayores quienes creían que “es aceptable iniciar la vida sexual antes de los 17 años” en comparación con quienes creían que era “mejor esperar más tiempo para debutar sexualmente”. Los resultados citados anteriormente muestran que las creencias de los hermanos mayores sexualmente activos tienen un impacto sobre el hecho de que los hermanos menores tengan experiencia sexual.
Igual que las creencias, la percepción de la cercanía fraterna es otro factor psicosocial que mediará algunas variables asociadas al comportamiento sexual de los hermanos. Por ejemplo, de acuerdo a los resultados expuestos por Kowal, & Blinn-Pike (2004) existe una estrecha relación entre la percepción de la cercanía fraterna y la frecuencia de las discusiones sobre sexo entre hermanos. Los resultados mostraron que a mayor frecuencia de la comunicación sexual fraterna, mayor nivel de auto eficacia para obtener y usar condones.
Sin embargo, cabe destacar que además de las creencias y la percepción de la cercanía fraterna, la conducta sexual de los hermanos mayores -variable conductual- también es una variable a considerar. Widmer (1997) destaca la importancia que tienen los comportamientos sexuales de los hermanos mayores sobre la conducta de tener la primera relación sexual en los hermanos menores. En su investigación, la actividad sexual de los hermanos mayores se torna un predictor -junto con algunas variables parentales- de la edad del debut sexual de los hermanos menores, resultado que se torna consistente con los hallazgos expuestos por Haurin, & Mott (1990).
Para finalizar, es importante subrayar que dentro del análisis de la influencia fraterna en los comportamientos sexuales de riesgo y prevención, existen resultados diferenciados por sexo. De acuerdo con Widmer (1997), se pueden generar confusiones en la interpretación de los resultados si no se consideran las posibles combinaciones de diadas -mismo sexo o mixtas (hombre/mujer)- Además, es fundamental la inclusión del género debido a que las expectativas socioculturales que se tienen de hombres y mujeres son diferentes (Rocha-Sánchez, & Díaz-Loving, 2005), por tanto, la socialización sexual fraterna, dependerá en algún grado de los estereotipos y la construcción de género (Kornreich, et al., 2003; Rani, et al., 2003). Bajo este supuesto, se ha descrito que existe mayor influencia entre las diadas del mismo sexo (Widmer, 1997; Diop-Sidibé, 2005) que en diadas mixtas, pero principalmente en diadas de mujeres (East & Jacobson, 2001; Borges, et al., 2007; Kowal, & Blinn-Pike, 2004) en comparación con las diadas de varones (Widmer, 1997).
La explicación para estos resultados se basa principalmente en los estereotipos de género. De acuerdo con Brody (1998) en las diadas fraternas del mismo sexo se genera mayor compatibilidad, calidez y cercanía, por tanto, esta condición afectiva genera una relación más sólida y en consecuencia se incrementa la probabilidad de que se lleve a cabo la imitación del hermano menor y el modelado del hermano mayor (Brody, 1998; Buist, et al., 2013). Sin embargo, principalmente las diadas fraternas del sexo femenino se caracterizan por ser intensas en el compañerismo e intimidad, a diferencia de las díadas de hermanos varones y mixtas (Spitze, & Trent, 2006); inclusive, en el caso de las mujeres, las relaciones estrechas no solamente permiten el modelado de la hermana mayor hacia la menor, sino también se torna como una condición que facilita la comunicación sexual fraterna (Kowal, & Blinn-Pike, 2004). Lo anterior cobra sentido si se considera el impacto que tiene el estereotipo de género femenino, el cual se torna descriptivo y prescriptivo de lo que se espera a nivel sociocultural de las mujeres en una relación, es decir, la expectativa sobre ellas en comparación de ellos, es que ejerzan un rol afectivo y emocional en el momento de relacionarse con otros (Rocha-Sánchez, & Díaz-Loving, 2005).
DISCUSIÓN
La presente revisión analiza y organiza diversas evidencias empíricas -publicadas en los últimos 14 años- para argumentar la importancia que tienen los hermanos en el proceso de socialización sexual, con el objetivo de reconocer e incluir al grupo de hermanos junto con los padres, en el análisis del comportamiento sexual preventivo y de riesgo, de tal manera que se brinde una perspectiva más amplia sobre el complejo proceso de socialización sexual que brinda la familia.
Los resultados expuestos en esta revisión muestran que los hermanos mayores se constituyen como agentes activos en el proceso de socialización sexual de los hermanos menores ya sea de forma directa a través de la comunicación sexual fraterna, discutiendo y brindando información sobre diversos tópicos relativos al sexo, o de manera indirecta a través de sus comportamientos, actitudes y creencias. Estas estrategias de socialización pueden tener impacto en los hermanos menores, si se considera que en países donde se fomentan los valores colectivistas como en México, la responsabilidad de cuidar a los hermanos pequeños se delega a un hermano/a mayor cuando ambos padres se tienen que ausentar por cuestiones laborales o personales, o cuando éstos son negligentes (Goetting, 1986), por tanto, los hermanos mayores se convierten en cuidadores secundarios y adquieren poder y responsabilidad sobre el cuidado y control de los hermanos pequeños (Cicirelli, 1994), circunstancia que los pone en una posición “similar” a la de los padres, quienes son los agentes primarios de la socialización sexual de acuerdo con Widmer (1997).
Aun así, cabe destacar que el papel de los hermanos en el proceso de socialización sexual pudiera ser más relevante en las culturas latinas que en otras. En el contexto de la familia mexicana al igual que en las familias latinas con valores colectivistas (Triandis, 2006; Triandis, & Suh, 2002), se premian cualidades como la cooperación, la cercanía, la lealtad o el auto sacrificio; se esperaría que las relaciones entre hermanos fueran más intensas y con mayor matiz afectivo que en culturas donde se promueven valores individualistas. Este último punto adquiere importancia si se considera que de las 20 investigaciones analizadas para el presente estudio, solamente una se realizó con población mexicana y dos más con muestras de hermanos provenientes de familias latinas. Por tanto, se requiere generar más investigación en México y Latinoamérica debido a que las características de las familias mexicanas y americanas tienen importantes diferencias en los patrones de comportamiento y de socialización (Díaz-Guerrero, & Szalay, 1993).
Asimismo, para continuar avanzando en el estudio de la influencia fraterna sobre el comportamiento sexual, es importante atender a las críticas metodológicas en torno a la evaluación de este fenómeno. McHale, et al. (2009) y Whiteman, et al. (2014) señalan que cuando se pretende evaluar la influencia fraterna a través de la teoría del aprendizaje social -la cual resultó ser la más utilizada para este fenómeno-, en realidad no se evalúa de forma directa, por el contrario, esta teoría se utiliza principalmente como una explicación post hocpara describir los patrones observados de similitudes y diferencias entre hermanos. La recomendación es obtener medidas directas de los procesos de modelización -modelado, imitación, etcétera- en lugar de inferir sobre ellos y sobre el funcionamiento en el contexto de la relación entre hermanos (Whiteman, et al., 2014).
Ahora, la teoría del aprendizaje social no es la única aproximación posible que existe para dar cuenta de cómo y bajo qué circunstancias los hermanos mayores pudieran influir en los comportamientos sexuales de los menores. Existen otras propuestas como la teoría de la comparación social (Haurin, & Mott, 1990), la teoría de los guiones sexuales (Kornreich, et al., 2003) y la teoría del grupo de referencia (Widmer, 1997), para comprender y explicar este proceso de influencia fraterna. Asimismo, existen otros procesos aparte de la imitación y la observación que podrían ser considerados en la comprensión de este fenómeno; por ejemplo, la de identificación o diferenciación fraterna (Whiteman, et al., 2014) o los estilos de cuidado y protección que los hermanos brindan (siblings gatekeeping) (Kornreich, et al., 2003).
Cabe destacar que independientemente de la teoría utilizada y de los factores psicosociales que se busquen investigar en torno a cómo los hermanos influyen en el comportamiento sexual, es importante comenzar a describir aquellas variables psicológicas más que estructurales que permitan predecir comportamientos sexuales preventivos o una conducta sexual protegida (Kornreich, Hearn, Rodríguez, & O´Sullivan, 2003; Kowal, & Blinn-Pike, 2004). Como se señaló en el análisis de resultados, existe una tendencia a conceptuar a los hermanos mayores como agentes “patógenos” o “de influencia negativa” sobre el comportamiento sexual de los hermanos menores; sin embargo, en la medida en que se comience a vislumbrar el potencial que tienen los hermanos como agentes promotores de la salud sexual, los esfuerzos se pueden dirigir a la identificación de aquellas variables que haganmás o menos probable que los hermanos mayores influyan sobre los menores, a través de sus comportamientos, actitudes, intenciones o creencias, para que éstos utilicen por ejemplo, el condón en sus relaciones sexuales.
De acuerdo a la revisión realizada, se espera que los hermanos mayores sean quienes influyan en los menores, se sabe poco sobre si los hermanos menores pueden tener influencia sobre el comportamiento sexual de los mayores. Lo anterior abre una línea de investigación donde se requiere aportar evidencia empírica para llegar a una conclusión sólida. Si bien hay estudios que señalan la posible existencia de algún tipo de influencia(Rodgers, Rowe, & Harris, 1992; Whiteman, & Christiansen, 2008), se carece de teorías para explicar este proceso; en consecuencia, es necesario desarrollar investigación para delinear y describir las reglas y procesos bajo los cuales los hermanos menores influyen sobre el comportamiento sexual de los mayores -si es que esto es posible y se justifica con mayor evidencia empírica- ya que la investigación existente no es concluyente.
Este último punto es importante porque al analizar el rol que juegan los hermanos mayores y menores, necesariamente se tiene que discutir el papel de la cultura. La expectativa cultural que se tiene de los hermanos mayores es que deben ser como maestros, mentores y amigos de los hermanos menores que requieren cuidados (Craft-Rosenberg, et al. 2011; Enríquez, Arias, Sánchez, & Robles, 2011). En este sentido la cultura brinda demandas complementarias entre el rol del hermano mayor y menor. Bajo este contexto, se puede tener una posible explicación complementaria sobre por qué los hermanos menores que requieren ser cuidados siguen a los mayores en su rol de maestros o mentores y aprenden de ellos al mismo tiempo que son influidos.
Este análisis se torna más complejo cuando se incluye el género en el análisis de las diadas, de tal forma que se cruza el rol fraterno -hermano mayor/menor- con el género. Los estereotipos de género aportan información relevante sobre las expectativas, normas y cosmovisiones que existen alrededor de hombres y mujeres en una cultura determinada. En este sentido, en la cultura mexicana se espera que la mujer ejerza un rol afectivo centrado en las actividades relativas del cuidado de los otros; en el caso de los hombres, se espera el ejercicio de un rol instrumental caracterizado por la autonomía, el logro y el éxito pero no por la expresión del afecto y las emociones (Rocha-Sánchez, & Díaz-Loving, 2005).
Bajo este contexto, el rol fraterno como hermano mayor o menor puede cobrar fuerza y afianzarse a partir de las expectativas sociales y culturales del género. De esta forma, se podría tener por ejemplo, diadas de hermanas mayores quienes se comportan como guías y mentoras de sus hermanas pequeñas, con el propósito de prevenirlas y cuidarlas de un riesgo sexual potencial, lo cual podría favorecer ciertas actitudes y comportamientos que pudieran promover valores tradicionales del rol femenino como la castidad. Sin embargo, también podría suceder lo contrario, es decir, promover valores tradicionales del rol femenino como la maternidad, lo cual pudiera tener relación con la intención de querer un bebé en lo inmediato (East, & Jacobson, 2001) o en la receptividad y actitud positiva ante la maternidad (East, 1996).
Otro ejemplo podría ser respecto al rol del hermano mayor cuando éste se ejerce con hermanos menores varones. Por expectativa cultural, se espera que los hombres busquen refrendar su libertad sexual frente a las mujeres, que tengan múltiples conquistas amorosas y que aprovechen cualquier oportunidad de relacionarse sexualmente para obtener aprendizaje en el terreno sexual (Marin, 1989; Wood, & Price, 1997) -dimensión de género. Cuando se vinculan estas expectativas con el rol fraterno del hermano mayor, se podría comprender porque los hermanos mayores al ser percibidos como mentores y maestros (CraftRosenberg, et al., 2011) podrían instruir y fomentar en los hermanos menores iniciar la vida sexual a edades tempranas o promover la actividad sexual (Haurin, & Mott, 1990; Olenick, 1998; Widmer, 1997).
Ambos ejemplos permiten ilustrar cómo los factores culturales reflejados en el rol fraterno y de género, se encuentran estrechamente marcados en las relaciones entre hermanos. Además de las estrategias de socialización sexual, de las variables de estructura familiar y psicosociales, de las teorías explicativas sobre la influencia fraterna; los aspectos culturales no pueden pasarse por alto en la explicación y comprensión del papel que tienen los hermanos en los diversos comportamientos sexuales de riesgo y preventivos.
CONCLUSIONES
La presente revisión muestra a través del análisis de la evidencia empírica, que los hermanos a pesar de fungir como fuentes secundarias de socialización sexual después de los padres, pueden tener un impacto tanto positivo como negativo en los conocimientos, actitudes, intenciones y valores de la sexualidad. Cabe destacar que es necesario continuar investigando en qué circunstancias y cómo es que se produce este proceso de influencia fraterna sobre el comportamiento sexual. Por tanto, es necesario desarrollar algunas consideraciones para investigaciones futuras.
Por ejemplo, para seguir avanzando en la descripción y comprensión del tema es necesario: a) incluir en el análisis de las relaciones fraternas, tanto variables de estructura familiar (por ejemplo “tener un/a hermano/a adolescente con hijos”) como variables conductuales (lo que los hermanos hacen) y psicosociales (creencias y actitudes relativas al sexo); b) no suponer influencia fraterna a partir de las similitudes y diferencias entre hermanos utilizando explicaciones post hoc, como por ejemplo la teoría del aprendizaje social que es la que mayormente se utiliza en este campo, sino por el contrario, evaluar y obtener datos del mismo proceso de influencia, (por ejemplo; modelado, imitación, cercanía fraterna, etcétera) para determinar el impacto que tiene la teoría en la explicación de la influencia fraterna; c) generar investigación que busque aportar conclusiones sólidas sobre si existe o no una influencia de los hermanos menores hacia los mayores y desarrollar teorías que permitan explicar y comprender dicho fenómeno; d) analizar el papel positivo que los hermanos tienen sobre el comportamiento sexual preventivo y considerar la posibilidad de utilizarlos como agentes para modelar comportamientos preventivos en los hermanos menores (por ejemplo, respecto a cómo usar correctamente un condón, cómo iniciar una conversación con la pareja sobre sexo, cómo negociar el preservativo, etcétera), pero también pueden constituirse como agentes que puedan informar correctamente a los hermanos menores e incidir sobre sus creencias y actitudes en torno a la prevención de las ITS, el embarazo no deseado y por supuesto el VIH/SIDA. Este cambio de percepción de los “hermanos nocivos para la salud sexual” hacia una perspectiva de los “hermanos como promotores de la salud sexual” implica llevar a cabo un trabajo en el cual se informe correctamente, entrene y sensibilice a los hermanos mayores sobre el impacto que pueden tener sobre el comportamiento sexual de sus hermanos menores; y e) se sugiere llevar a cabo estudios donde sea posible hacer la comparación entre diadas por rol fraterno (mayor/menor) y sexo (diadas mixtas o del mismo sexo) tomando en cuenta que tanto el rol fraterno como el de género deben ser interpretados desde las expectativas y prescripciones culturales.
Por último, es importante señalar que los hermanos pueden tener una contribución moderada o secundaria dentro de la socialización sexual fraterna; por supuesto esto puede variar a partir de la estructura familiar, del tipo de relaciones familiares que se establezcan al interior de la familia, de la etapa del ciclo vital en la cual se encuentre la familia y los hermanos, de la edad de los hermanos, el sexo y por supuesto de la cultura. Por tanto, la idea central es destacar el papel y la contribución que pudieran tener los hermanos en relación a los padres. Analizar la influencia familiar en el comportamiento sexual de riesgo implicaría entonces no solamente centrarse en los padres, sino incluir tanto variables parentales como fraternas en la predicción y explicación del comportamiento sexual preventivo y de riesgo.
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Cómo citar:APA6 | Enríquez-Negrete, D. & Sánchez-Medina, R. (2016). Influencia De Los Hermanos En El Comportamiento Sexual De Riesgo Y Preventivo: Una Revisión. Revista Digital Internacional de Psicología y Ciencia Social, 2(1), pp. 113-125. |